¿Qué quiso decir Kant cuando afirmó: "
"La complacencia que determina los juicios del gusto es ajena
a todo interés.
Llamamos interés a la complacencia que lleva aparejada para nosotros
la representación de la existencia de un objeto"?
Kant en el siglo XVIII se integra cuando se enfrentaba dos posiciones fundamentales: la que sostenía que existen cualidades objetivas de belleza y la que sostenía que no. La tradición “clásica” asociaba la belleza a las cualidades objetivas de la proporción y la regla determinada, concibiendo a la naturaleza como orden y regularidad y a la belleza artística como una versión afín –o incluso mejorada- de la naturaleza visible. La modernidad se caracterizó por llevar esta discusión al terreno de la subjetividad, incluyendo tanto la recepción (gusto) como la producción de formas bellas (imaginación y propuestas del genio), motivados por la convicción de que no era posible hallar reglas objetivas de la belleza pero que no por ello había que renunciar a la universalidad de la experiencia de la misma. Quiso expresar que el gusto como actitud personal no está orientado por ningún tipo de interés diferente al placer que se experimenta al escuchar ciertas melodías, al observar ciertos objetos, al sentir a través de los sentidos ciertas sensaciones y emociones. El interés está motivado por el servicio o por la utilidad que los objetos ofrecen. Y éste s contrapone al gusto, que independientemente de la utilidad, suscita placer, sensación de satisfacción, goce, deleite, entre otros. Así, si bien, el interés puede traer satisfacciones, éstas sólo nacen en una necesidad orientada a llenar vacios de cualquier tipo: intelectual, económico, de reconocimiento social, etc. Que una vez satisfechas producen un desencanto, quizás, mayor al interés que las origino. Incluso puede llevar al individual a un estado de frustración, en contraste al placer y la alegría surgida de ese desinterés frente a los objetos, y frente a una determinada realidad.
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